“Nací y crecí en una de las Cunas del Vino de Rioja, San Asensio, mi precioso pueblo en La Rioja Alta; y como buena riojana, mis raíces, y el gusto por el vino, pronto se convirtieron en algo más que una afición…”
Más de 20 años formando parte de esta Casa. Sara ha vivido la evolución y el desarrollo de esta Bodega, casi de la mano con el suyo propio.
Estudió Enología en la Universidad de Logroño, unos pasos que no fueron los primeros para introducirse en el mundo del vino, pues sus raíces llevan la viticultura en la sangre. Pero sí fueron uno pasos muy importantes para que su sueño de la infancia; crear grandes vinos, se viera cumplido. Y es que desde hace más de 18 años trabaja codo con codo con Julián y su hijo Javier Murúa. Juntos, catan, mezclan, analizan, vuelven a catar,….y de su paladar surgen grandes vinos que se transforman en grandes momentos. Obran la magia con la que siempre soñó.
En el laboratorio, con su bata blanca, delante del ordenador, sacando muestras de barricas, de depósitos, así te encuentras a Sara en su día a día, pero Sara es mucho más, Sara es madre, esposa, amiga, y buena compañera, así es Sara.
Su historia es la nuestra.
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