Itziar López nació en Vitoria, pero vive en Miranda de Ebro desde siempre. Cuenta que en su casa siempre se ha bebido vino maridado con las historias de su padre, que hacían vino para consumo propio en casa de sus abuelos. Además, al vivir tan cerca de Haro ha tenido muy presente desde pequeña la cultura del vino.
Empezó a estudiar química, pero le picaba el gusanillo de la enología, así que cuando la Universidad de La Rioja apostó por una carrera entera de viticultura y enología decidió apuntarse. Es de la primera promoción del Grado en Enología en la que no sólo estudió; aprendió a amar una profesión e hizo amigos para toda la vida. Le encanta su trabajo porque no es nada rutinario, en cada época del año hacen trabajos diferentes en bodega y siempre mirando al viñedo, mimando su materia prima. El escaparse a ver el progreso de la uva y maduración antes de vendimia, aparte de placentero, lo considera imprescindible pues el vino nace de ahí y su trabajo también.
En su faceta más personal, disfruta mucho viajando, conociendo la gastronomía del lugar y por supuesto, el vino siempre está presente. En sus fines de semana siempre hay comidas familiares o cenas con amigos en los que le toca llevar el vino, pero lejos de ser una carga lo disfruta la primera, siempre intentando llevar vinos diferentes y que gusten a todos.
Gracias Itziar por compartir tu historia. El mundo del vino visto desde los maridajes más únicos, historias compartidas entre un padre y una hija alrededor de una copa de vino.
Su historia es la nuestra.
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